Si eres de los que les encanta las rutas de Gran Recorrido, entonces el Camino Real de la Mesa en Asturias te va a encantar.
Una ruta maratoniana llena de belleza y naturaleza, mucha naturaleza.
Normalmente se suele recorrer en varios tramos debido a su gran longitud, eso sí, seguro que una vez hecha, verás que todo el esfuerzo mereció la pena.
Kilómetros y kilómetros donde irás descubriendo un paisaje increíble, mucha historia y cultura típicas de esta tierra llena de contrastes.
Es verdad que no es una ruta para principiantes, se necesita tener cierta resistencia y haber practicado antes senderismo.
Y es que atravesaremos zonas muy montañosas, valles profundos en los que nos cruzaremos con pueblos muy pintorescos y por supuesto una naturaleza maravillosa, digna de postales.
La ruta del Camino Real de la Mesa
Como hemos dicho es una senda larga, 56 kilómetros en total.
Se suele necesitar invertir unas 17 horas para completarla, siendo su dificultad media-alta y siendo un trazado longitudinal.
Durante todo el camino encontraremos señalizaciones bien visibles, bien sea en trazos de pintura rojo – blanco, mojones, postes, e incluso miliarios romanos.
La ruta completa nos lleva a recorrer los municipios de Somiedo, Teverga, Belmonte de Miranda y Grado.
También pasaremos por parques naturales protegidos como el Parque Natural de Las Ubiñas – La mesa, de Somiedo del Pico Caldoveiro.
Una cosa hay que señalar, a esta ruta debemos tratarla con respeto, casi como a todo el monte asturiano.
Ten en cuenta que su altitud es casi constante y estaremos gran parte del recorrido expuestos a vientos, y en ocasiones habrá zonas con niebla que nos impidan una visión total.
Atravesaremos bosques donde habitan animales como zorros, lobos, jabalíes, ciervos, corzos…
Respeto no significa miedo, sino ser precavidos durante el recorrido.
Historia del Camino Real de la mesa
La historia del Camino Real de la Mesa se remonta incluso antes de la conquista romana.
Esto hace que encontremos necrópolis durante el camino, especialmente a lo largo del Cordal de Porcabezas y sierras laterales.
Así como una gran cantidad de túmulos como el de Peñas Negras, La Forcada o Piedrajueves.
En la época romana existió una calzada que comunicaba las zonas de Astorga con lo que hoy es Lugo de Llanera.
Se trata de una de las vías más emblemáticas y antiguan que recorren la cordillera Cantábrica.
Cuenta la leyenda que cuando Don Pelayo venció a las tropas musulmanas en la batalla de Covadonga, el berber Munuza recorrió este camino para intentar huir de la Meseta Asturiana.
En la Edad Media la importancia de la ruta siguió creciendo, puesto que se trataba de la más importante para la comunicación de personas, mercancías y ganado entre las tierras de León y Castilla.
Su importancia en la comunicación con la Meseta se mantuvo hasta bien entrado el siglo XIX, por lo que incuestionablemente estamos hablando de una de las turas más importantes de la historia asturiana.
En los años posteriores, este camino era recorrido por los peregrinos que iban a Santiago, por lo que entró a formar parte del Camino de Santiago.
Tantos siglos como ruta principal de comunicación han hecho que se trate de un camino con un gran patrimonio histórico artístico, como es lógico.
Por ejemplo, de la época astur veremos la Iglesia de Santo Adriano es un estado de conservación perfecto.
En cuanto al románico, nos ha llegado hasta día de hoy, los templos de San Pedro de Arrojo, San Pedro de Teverga y María de Villanueva de Teverga.
Como hemos dicho, la ruta del Camino Real de la Mesa es de una gran importancia en la historia asturiana y una imprescindible para todos los amantes del senderismo.
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