¡Menuda belleza de ruta de la que vamos a hablar hoy! ¡Y pasada por agua!
Y es que vamos a viajar hasta las cascadas de Oneta, que fueron declarada, y con razón, en 2001 como Monumento Natural.
Una maravilla más de las más que podemos descubrir en las rutas por Asturias.
¿Dónde están y como llegar hasta las cascadas de Oneta?
Las cascadas de Oneta se encuentran muy cerca de la pintoresca aldea que da nombre a las cascadas, Oneta.
Si tienes tiempo, aparte de la ruta que te proponemos hoy, también te recomendamos dar un paseo por este bonito municipio de Villayón, anclado en el impresionante parque histórico del Navia.
A la hora de llegar hasta las cascadas de Oneta, lo normal es que accedas desde Navia, son unos 25 kilómetros por carretera.
Una vez allí, como el camino comienza a los pies del pueblo de Oneta, puedes aparcar en el amplio aparcamiento habilitado en la aldea a comienzo del mismo.
No suele haber problemas de aparcamiento, en cualquier caso, como el pueblo es pequeño, puedes dejar el coche en cualquier punto y dar una vuelta por el mismo hasta llegar al inicio, está perfectamente señalizado, así que no hay perdida.
Bien, ya ubicados y con el coche aparcado, comenzamos la ruta por las cascadas de Oneta.
La ruta comienza por unos inmensos praios asturianos, hasta que llegas a la ermita de Santa María de Oneta.
Verás un cruce de caminos, tan solo sigue la indicación de marca la ruta por las cascadas de Oneta y listo, comienza el espectáculo.
La ruta por las cascadas de Oneta
Es una ruta muy corta en kilómetros, apenas tiene unos 2 km en total, vamos que si vas a muy buen paso en media hora de ida y otros 30 minutos de vuelta casi que te la has ventilado.
Ahora bien, seguro que tardas mucho más en recorrerla.
Y no porque sea de difícil recorrido, nada más lejos, pero sus increíbles parajes harán que vayas con clama para intentar grabar en tus retinas cada metro que recorras.
Parece que los ríos asturianos se han empeñado en dejarnos imágenes imborrables por su belleza.
En la mayoría de su recorrido están obligados a pasar por enormes desniveles dejando unas preciosas cascadas para nuestro deleite.
El recorrido comprende tres saltos de agua escalonados en unos pocos metros, marcando el curso del río Acebo, que transcurre entre rocas y unos cuantos pozos.
Cuidado con alguno de ellos, no te confíes con ellos, por que alguno de ellos como el del Diablu, tienen bastante profundidad y remolinos bastante peligrosos en su interior, eso sí la cascada que forma, Firbia es de una belleza impresionante, 15 kilómetros de caída libre.
Impresiona y mucho, el agua cayendo, el ruido incesante del agua rompiendo y chochando contra las rocas.
El tipo de ruta es un camino lineal, de ida y vuelta, como hemos dicho al principio, vamos que para perderse hay que hacerlo casi aposta.
Y calcula que, aunque son pocos kilómetros de recorrido, vas a invertir mínimo una hora y media de tiempo.
A un paso calmado y con varias paradas para disfrutar de las vistas y sacar unas cuantas fotos que inmortalicen el momento.
Si vas con niños, no te preocupes, apenas hay desnivel a lo largo de la misma, y los peques lo puedes hacer sin problema, es más, seguro que les encanta.
¿Cuándo es el mejor momento para hacer la ruta de las cascadas de Oneta?
En realidad, cualquier época del año es buena para disfrutar de este bonito paseo por la naturaleza asturiana.
Sin embargo, quizás en primavera es más que recomendable, ten en cuenta que en verano hay menos agua en el caudal del río, aunque sigue siendo espectacular ver las cascadas.
Eso sí, si decides ir en verano, que es cuando más gente va, intenta madrugar para evitar la hora punta, ya que es una ruta bastante transitada.
Poco más que añadir sobre la ruta de las cascadas de Oneta, que cuando vayas la disfrutes y te tomes tu tiempo para hacerla con clama.
Además como es corta, seguro que la puedes combinar con otra visita por el occidente asturiano que guarda un montón de maravillas por descubrir.
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