Hablar de la senda del Arcediano es hablar de una de las rutas con más historia de Asturias.
Una de las sendas más antiguas y transitadas de los Picos de Europa, que fue un punto muy importante de comunicación entre Asturias y León en la época del imperio romano.
Una senda llena de historia
No se sabe a ciencia cierta si fue Roma quien la utilizó por primera vez, o si ya antes era utilizada, pero sí que fue en la época del imperio romano cuando alcanzó importancia y se convirtió en una senda estratégica.
Gracias a la infraestructura que creó Roma el oriente asturiano podía comunicarse perfectamente con el antiguo Reino de León por la senda del Arcediano.
Hecho que no fue utilizado solo para el comercio, sino también para someter a astures y cántabros por parte del imperio romano.
También fue utilizada por los musulmanes para la invasión, y la posterior reconquista.
Durante la Edad Media ya era la principal ruta de paso para las mercancías de la época como el pimentón rojizo o almagre y viajeros.
En el siglo XVII sería cuando alcanzaría su esplendor máximo gracias a la labor de Don Pedro Díaz de Oseja, que convencido de la importancia de esta ruta, fijo en su testamento que las rentas debían invertirse en las mejoras de la ruta.
Don pedro Díaz de Oseja era arcediano de Villaviciosa, de ahí que se le diera el nombre a la ruta como la conocemos hoy en día, “Senda del Arcediano”.
En el siglo XIX se siguió utilizando la ruta, para mejorar la comunicación, se construyó la carretera de del Pontón por el desfiladero de Beyos.
Quedando la senda primitiva relegada a un segundo plano y quedando para el uso pastoril y de turistas que quieran descubrir cómo eran las antiguas sendas romanas.
El itinerario
Como suele ser habitual en las rutas asturianas, la senda del Arcediano destaca por su paisaje natural.
Además, en este caso también es un viaje por la historia ya que como hemos dicho la senda romana se conserva en muy buenas condiciones y podemos observar la gran ingeniera de las famosas calzadas romanas.
A lo largo de todo el recorrido descubriremos una gran belleza paisajística, desde verdes praderas para el ganado a frondosos bosques de hayas y robles, especialmente.
Como nota curiosa, una de las praderas, de las más grandes, se conoce como La Suelta.
Debe su nombre a que en ese punto era donde se soltaban y cambiaban los bueyes de carretas para que pudieran enfrentarse a la gran subida que se avecinada.
También nos sirve a nosotros para avisarnos que hay que ejercitar las piernas en la subida.
Bromas aparte, hay que decir que la duración total del recorrido variara en función del tramo y que la dificultad del mismo no es muy alta.
No obstante, se trata de un recorrido largo, que llega a comprender unos 30 kilómetros entre el tramo de Amieva y Puerto del Pontón.
Vamos, que lo mismo tenemos que echar más de un día porque si no será una verdadera paliza.
Está catalogada como ruta de gran recorrido (G.R 201), todo el trayecto viene marcado por marcas rojas y blancas para que podamos seguir el recorrido sin ningún tipo de pérdida.
Así que si quieres conocer una de las rutas más impresionante que recorre Los Picos de Europa, te recomendamos que dediques al menos dos jornadas para realizarla tranquilamente, especialmente si no estás muy acostumbrado a largas caminatas.
Además, la gran belleza de la senda del Arcediano merece un par de días mínimo para disfrutarla y dejarnos deslumbrar por su belleza.
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