Asturias es tierra de increíbles historias y leyendas, y hoy queremos traerte una que te dejará con la boca abierta.
Se trata de la noche de San Juan, el día más largo del verano y su noche más corta, está siempre llena de magia…¡Y misterio!
¿Quieres conocer la historia de la noche de San Juan en Asturias?
¡Aquí la tienes!
La historia
Cuenta la tradición que, en la noche de San Juan, los cuélebres perdían sus poderes mágicos y caían en un profundo sueño del que, la menos durante la noche, nada ni nadie podía despertarlos.
Las xanas, que eran sus prisioneras, aprovechaban esa noche para salir de las cuevas adornando sus cabezas con coronas de rosas blancas, bailando y cantando alrededor de su Xana reina.
Durante sus cánticos iban soltando flores del agua y se decía que quien lograba hacerse con una en ese momento, le traería amores.
Por eso, era tradición que en gran parte de los concelos asturianos, las mozas de un pueblo salieran a recoger su flor del agua.
En muchos casos, si por el suyo no habían pasado las Xanas, iban corriendo al de al lado a hacerse con sus flores, ocasionando grandes peleas y riñas.
Muchas mozas asturianas cuando se hacían con una de las flores, se acercaban a las fuentes u manantiales de la zona para ponerlos bonitos adornos que simbolizaban que había logrado coger su flor del agua y conseguiría casarse ese mismo año.
Las xanas y los cuélebres
Por si en algún año pasas la noche de San Juan en Asturias, recuerda que las Xanas eran diosas que solían estar por los bosques de Asturias, muy cerca de zonas de agua.
Así que si en un bosque alguna vez en un arroyo, fuente o manantial a una bella mujer de pequeña estatura y delicada figura, con un aura místico y rodeada de misterio, seguramente estés ante uno de estos increíbles seres.
Destaca su larga cabellera dorada, que siempre suelen estar peinando con su peine de oro, mientras nos deleitan con algún cántico embriagador.
Lamentablemente las xanas están prisioneras siendo rehenes de los crueles cuélebres que no las dejan salir pro sus amados bosques.
Cuenta la leyenda que seguirán privadas de su libertad hasta que alguien consigue vencer al cuélebre y desencante a la xana.
No será tarea facial, pues el culebre es una criatura fuerte, a mitad de camino entre una serpiente gigante con alas y un robusto dragón.
Aquel que consiga vencerle será recompensado con el amor de la xana y grandes tesoros, pues las cuevas de los culébres están llenas de grandes riquezas que estos seres guardan y custodian.
Se dice que una manera de liberarlas es durante la noche de San Juan, mientras el culebre duerme profundamente.
Es en ese momento cuando las xanas suplican a los viandantes y les suplican:
“Tome señor nuestra riqueza y nos quedaremos su pobreza.”
Si en ese momento se las tira una medalla a la fuente, o se las obsequia con un objeto bendito, las xanas quedarán de una vez por todas, desencantadas.
Pero todo tiene que hacerse antes de que salga el sol, si no habrá que esperar a la siguiente noche de San Juan para rescatarlas de su encantamiento.
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