Si eres un apasionado de las rutas de montaña, la ruta del cares en Asturias cumplirá tus expectativas.
Más si te gusta seguir la senda de un río, descubrir grandes acantilados y vivir una aventura en plena naturaleza.
No vamos a engañarte, no es una ruta de una gran facilidad, pero tampoco se necesita ser un experto.
Pero si no estás acostumbrado a andar unos cuantos kilómetros por laderas verticales de montañas, quizás se te haga un poco larga.
El recorrido
Esta preciosa ruta en los picos de Europa discurre por la divina Garganta del Río Cares.
Se trata de una maravillosa excursión de unos 12 kilómetros, con una duración aproximada de 3-4 horas.
Una de las cosas que más maravilla a los viandantes de la ruta son sus espectaculares vistas.
Y es que si miramos arriba, veremos las cimas de los Picos de Europa, si dirigimos la vista hacia abajo, veremos cómo fluye el río de Cares.
No hay que preocuparse por la pendiente de la ruta, ya que es bastante llana, sin embargo, en algunos tramos el camino por los acantilados es estrecho, por lo que si tienes mucho vértigo, tómatelo con calma.
El itinerario más rápido y corto es el que abarca entre los pueblos de Caín y Poncebos.
Tan solo tienes que seguir el canal y disfrutar el paisaje, atravesar sus puentes y descubrir las oquedades de la piedra caliza…
¡No tiene ninguna pérdida!
La ruta como hemos comentado la empiezas en Poncebos o Caín.
La única diferencia entre empezarla en uno u otro pueblo es que desde Poncebos, tiene un par de kilómetros más y es cuesta arriba.
Por el contrario, desde Caín es cuesta abajo, así que depende de vuestro estado físico.
Una cosa importante a tener en cuenta, es que, si dejas el coche en uno de los dos pueblos, tendrás que hacer ida y vuelta, vamos 24 kilómetros en total.
Recomendaciones para hacer la ruta del Cares
Como hemos comentado no es una ruta especialmente difícil por sus pendientes, sin embargo, no es recomendable para menores de 12 años.
Básicamente por lo comentado, que hay zonas en las que el camino se vuelve algo más estrecho y vamos por un barranco.
No temas, el camino es amplio para pasear, pero ya sabemos que los peques pueden corretear por donde pillen.
Es importante elegir bien la época del año en la que vayas, esta ruta es bastante transitada dada su belleza.
Se llegan a contabilizar más de 200.000 senderistas por año.
Por lo que, si puedes evitar ir en agosto, que es cuando más turista recoge, mejor que mejor.
Lo ideal es empezarla prontito por la mañana, para que no te pille la noche y puedas disfrutar tranquilamente del recorrido.
Lleva zapatillas cómodas, vas a hacer unos cuantos kilómetros, así que apuesta por la comodidad.
Por supuesto, que no falte el agua, para estar siempre bien hidratado.
Ni la comida, para reponer fuerzas, ya que hasta que no llegues al final, no hay ningún establecimiento para comprar nada.
¡Ah! Y chubasquero, ten en cuenta que es una ruta de montaña, el clima es cambiante y en cualquier momento puede caer algún chubasco.
Historia de la ruta
La ruta del Cares era conocida antiguamente como la ruta de la senda o el camino de las cabras, ya que, incluso a día de hoy, verás unas cuantas a lo largo del recorrido.
Era la única vía de comunicación entre los pueblos de Poncebos y Caín, en épocas de nevadas, llegaba incluso a desaparecer.
Evidentemente, antes era mucho más complicado, pero allá por 1945, el camino se remodeló y acondicionó, principalmente para el aprovechamiento hidroeléctrico del río.
El agua canalizada entra y sale a lo largo de sus 71 túneles barrenados.
Un espectacular trabajo de ingeniería que sigue funcionando a día de hoy.
La senda que conocemos hoy en día, fue excavada entre las propias rocas de montaña, por lo que su construcción no fue nada fácil, llegando algunos trabajadores incluso a perder la vida.
Actualmente esta ruta de 12 kilómetros totalmente segura hacerla, recorre el paso del río Canes y cuenta con uno de los paisajes más impresionantes de los Picos de Europa.
¡Una suerte disfrutar de un lugar tan maravilloso como la ruta de Cares!
Pues, lo de llevar la comida, cuanto la hice con la pareja, sentido Poncebos-Cain- Poncebos, había un restaurante lado Cain en el que comimos barato y bueno. Es la ruta asturiana clásica y preciosa para hacer tranquilamente ida y vuelta en la jornada, porque es difícil tener dejar un vehículo para hacer solamente ida…eso sí con calzado adecuado y chubasquero, bastón, botella de agua y frutas secas por si acaso. El inicio de la ruta lado Poncebos es empinado con buena pendiente, y hay que cuidar bien los pasos en las partes sobre barranco para no tropezar y caer…doscientos metros.